viernes, 26 de abril de 2013


Increíble: encontró a su padre después de 30 años, en un taxi
Increíble: encontró a su padre después de 30 años, en un taxi

Cuando Carolina Ortega, de 36 años, tomó un taxi, jamás se hubiera imaginado que el chofer del vehículo era nada menos que su propio padre, a quien no veía hace 30 años. La joven, que es asesora del diputado Felipe Solá, contó su increíble y emocionante historia vía Twitter.
Estoy en un capítulo de Lost. Salgo, respiro, y les cuento.

Ya con madre en la cama, empastillada y más tranquila, les paso a contar el capítulo de Lost que fue este final del día.
Ante la noticia del robo a mi vieja, y en medio de la sesión en Diputados, salí corriendo, dando órdenes de último minuto.
Al llegar a la esquina, me doy cuenta q no tenía plata encima. Paso x el banco, de los 6 cajeros, todos fuera de servicio.
Decido (aunque perdía tiempo, pero bueh) tomar taxi a casa donde sí tenía algo de efectivo y de ahi rajar a Burzaco en remis.
(No, no soy Fariña, no tengo ni la bici en condiciones)

Paro taxi, subo, indico dire y llamo a comisaría de Burzaco para pedir q enviaran patrullero a lo de madre. Tachero escucha en silencio.
Llego a casa y tachero dice "conozco la zona donde va, la llevo".Enloquecida,le digo q si, q bajo a buscar algo y salimos de nuevo.Espera.
Subo al taxi de nuevo, atiendo llamados, y en Lomas de Zamora (sí, ibamos a los pedos) se me ocurre mirar al tachero.
Lo vuelvo a mirar, no puedo creerlo.Hace 30 años q nos vimos x última vez.Leo el cartel con los datos q cuelga del asiento delantero. Es él.
¿Qué posibilidad hay de q en BA, en el día q salgo loca a ayudar a mamá,pare taxi y el q maneje sea mi viejo, al q no veo desde mis 7 años?
Y que me dé cuenta 25 minutos después.

Todo eso pasó esta noche, chics. Si lo ves en una peli, no la crees.

No tenía idea si estaba vivo o muerto. Menos a qué se dedicaba.

Viajamos en silencio. Se prendió un pucho y no dije nada (pobre, qué iba a decirle). El círculo cerró perfecto.
él se dio cuenta porque me trajo a la casa q dejó hace 30 años, lo vi en sus ojos por el espejo retrovisor. Mis ojos, somos muy parecidos.
Le pagué, le dí propina. Y lo perdoné.

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