Esta en coma, pero no pueden salvarlo por ser testigo de jehova

Un hombre de 38 años que se encuentra en coma y necesita una transfusión de sangre, no puede ser sometido al tratamiento, porque su religión no permite este tipo de intervenciones médicas.
Pablo Albarracini, que trabaja en una oficina en una empresa de colectivos, sufrió un accidente el pasado 4 de mayo cuando al subir a su auto fue interceptado por dos asaltantes. Luego de un forcejeo, recibió cinco tiros en el cuerpo y uno en la cabeza.
Según informó el diario Clarín en su edición impresa de este viernes, Albarracini llegó a la clínica Bazterrica con pérdida de masa encefálica y un balazo en uno de sus ojos. Luego de operarlo, los médicos ordenaron una transfusión de glóbulos rojos.
En 2008, Albarracini ingresó a la congregación de los Testigos de Jehová, donde llenó un formulario que lo comprometía a rechazar trasfusiones de sangre en caso de ser hospitalizado.
Jorge, padre del hombre en coma, presentó una medida cautelar, finalmente autorizada por el juez Horacio Maderna. "Debo hacer lugar a la medida, es decir, autorizar las trasfusiones de sangre necesarias para salvarle la vida", indicó el magistrado.
Sin embargo, la esposa de Pablo y un grupo de Testigos de Jehová fueron al hospital con el acta firmada por Pablo y los médicos no lo trasfundieron. El juez Maderna se acercó a la clínica y debió suspender la cautelar.
El jueves, la Justicia determinó que Albarracini firmó "directivas anticipadas" en donde expresa ser Testigo de Jehová y no aceptar “transfusiones de sangre completas, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas o plasma bajo ningún concepto, aunque el personal médico las crea necesarias para salvarme la vida".
La Justicia argumentó que la Ley de Derechos del Paciente permite dejar directivas anticipadas "salvo las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas". Y que rechazar una transfusión "no busca el suicidio sino mantener incolumnes las ideas religiosas que profesa".
El padre de Pablo continúa con su lucha y afirmó: "Prefiero que se salve y se enoje, aunque el día de mañana no me salude".