Jalics, cura secuestrado: “Bergoglio no nos entregó”

En medio de las denuncias contra el papa Francisco sobre la supuesta entrega de dos sacerdotes jesuitas durante la dictadura militar, uno de los curas protagonistas secuestrados aseguró: “Orlando Yorio y yo no fuimos entregados por el Padre Bergoglio.”.
Las palabras pertenecen al sacerdote Francisco Jalics, de 85 años, quien se encuentra en un monasterio en la ciudad de la Alta Franconia de Wilhelmsthal, en Alemania, desde donde emitió un comunicado complementario en el que dice: “Es erróneo sostener que nuestra detención sucedió por iniciativa del Padre Bergoglio."
En el texto, escrito en alemán y publicado en la web oficial de los jesuitas germanos, Jalics explica: “Alguna vez yo mismo estuve inclinado a creer que éramos víctimas de una denuncia'', pero luego agrega: "A fines de la década de 1990, tras numerosas conversaciones, me quedó claro que esta sospecha era infundada. Por lo tanto, es un error afirmar que nuestra captura ocurrió por iniciativa del padre Bergoglio''.
El viernes pasado Jalics había dicho que se había reconciliado con Bergoglio y que se “abrazaron solemnemente”. Estas palabras fueron interpretadas, por quienes denunciaban a Francisco, como un “perdón” de Jalics al nuevo Papa.
El jesuita dijo que se vio “obligado” a emitir este nuevo comunicado porque parte de sus comentarios fueron interpretados en forma contraria a lo que él quiso decir.
En tanto Yorio, el otro protagonista del secuestro perpetrado en 1976 y que obligó a los jesuitas a exiliarse del país, murió en el 2000.
LA EXPLICACIÓN DE LA DETENCIÓN
"Fuimos detenidos debido a una catequista, quien primero trabajó con nosotros y más tarde se unió a la guerrilla (por un error de traducción, fue descripta como un hombre en las declaraciones anteriores). Por 9 meses no la vimos más. Dos o tres días después de su detención, fuimos detenidos también nosotros. El oficial que me detuvo a mi me pidió los documentos. Cuando vio que yo había nacido en Budapest, me tomo por un espía ruso", explicó Jalics en un párrafo del comunicado complementario.
Luego, agregó: "Esos rumores corrian en circulos de la iglesia y en la provincia jesuita de Argentina (sic), ya se habían difundido en los años precedentes, informaciones falsas, que decían que nos habíamos mudado a la villa, porque pertenecíamos a la guerrilla. Pero ese no era el caso. Según mis suposiciones, estos rumores son el motivo por los cuales no fuimos liberados inmediatamente".
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