lunes, 25 de marzo de 2013


Francella visitó al chico que estuvo en coma y volvió a reir mirando sus programas
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“Tenía muchas ganas de conocerte, de mirarte a la cara, desearte con el corazón que te recuperes. Poné fuerza, ganas. De eso se trata. Hay que pelearla todos los días. Tenés que creer en vos, acordate. Vas a ver. Creer en los médicos, en tus papás, en tu hermana. Estoy convencido, con esperanza uno cambia. Ponele fuerza, vas a ver”, le dijo Francella a Enzo en la sala de terapia intensiva del Instituto Médico de Alta Complejidad, en el barrio porteño de Once, donde está internado el joven.
Según publica el diario Clarín, el actor entró a la sala justo en el momento en que Enzo miraba “Casados con hijos” en una tele de la habitación y se escuchaba a Pepe Argento, uno de sus personajes.
A fines del año pasado, cuando las únicas reacciones que había mostrado Enzo eran algún abrir y cerrar de ojos o un apriete de manos, mirando los programas de Francella el joven comenzó primero a sonreír y luego a reír con ganas. Los médicos creyeron que podía tratarse de un reflejo. Cuando notaron que no era así, le recomendaron a la familia de Enzo que usara los programas de su actor preferido para estimular su recuperación.
El alboroto que generó la llegada de Francella a la clínica hizo que Enzo se mostrara nervioso inicialmente. Mientras sus papás le decían “¡mirá quién te vino a ver!”, el joven dirigía su mirada hacia varios lados. Francella se acercó a un costado de la cama y buscó captar su atención. “¡El revuelo que armamos! No te vine a ver antes porque estoy grabando una película, Corazón de León”, le dijo a modo de presentación y le mostró una imagen de su celular, donde se lo ve personificando a un hombre de 1,35 metro de estatura. “Esto se hace por computadora, como Enrique el Antiguo, que salía en blanco y negro. ¿Usted es la mamá? ¿Cómo se llama? ¿Está bien que le hable así?”, pregunta Francella y Carmen responde que “sí”.
El actor describió su encuentro con Enzo al diario: “Al principio lo noté nervioso, pero después mirándonos nos conectamos. Fue muy lindo, muy fuerte”. El diálogo se dio a la salida de la clínica. El papá escuchaba hasta que no aguantó más y se largó a llorar. Francella sonrió y lo abrazó.

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