Máximo Kirchner fue trasladado de urgencia a Buenos Aires
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner arribó esta mañana junto a su hijo Máximo al Aeroparque Jorge Newbery, a bordo del avión presidencial Tango 01. Horas antes, había viajado desde Buenos Aires hacia Río Gallegos para buscar a su primogénito y llevarlo a la ciudad de Buenos Aires. El joven, de 36 años, padecería un cuadro de artritis en la rodilla derecha y ya se encuentra en el Hospital Austral de Pilar.
Máximo padece una "artritis séptica de rodilla derecha" y se lo está tratando con antibióticos mientras continúan los estudios médicos. Así lo revelaron a DyN fuentes oficiales, que indicaron que aún no se pudo determinar el tipo de bacteria que le provocó la dolencia.
El hijo de la Presidenta permanecía internado en el Hospital Austral y durante la jornada la Casa Rosada difundirá un parte médico oficial, dijeron fuentes allegadas a la Jefa de Estado. En tanto, Cristina suspendió la actividad oficial que tenía prevista para la mañana de hoy.
En el aeropuerto metropolitano, un operativo de seguridad esperó esta madrugada a la comitiva presidencial, con dos ambulancias y dos helicópteros en la pista de aterrizaje.
El Tango 01 tuvo, entre ayer y esta madrugada, una ruta agitada entre Rio Gallegos y Buenos Aires, ida y vuelta. Durante la tarde, Cristina Kirchner había volado desde su residencia santacruceña hacia la Capital, pero por la noche decidió volver por una urgencia de salud de su hijo mayor, Máximo.
Según fuentes cercanas a la Presidenta, el problema habría sido el agravamiento de una artitris que Máximo sufre y que le habría provocado dolores insoportables en su rodilla derecha. Por esa razón, se decidió su traslado inmediato a Buenos Aires, más precisamente al Hospital Austral.
Cristina decidió ir ella misma a buscarlo, por lo que a la 1:45 de la madrugada de hoy arribó a Río Gallegos. Su custodia personal la esperó en la pista, pero Cristina Kirchner no llegó a bajar del Tango 01. Minutos después, su hijo llegaba en auto a la terminal aérea. Viajaba sentado en el asiento de acompañante del vehículo que manejaba su novia, María Rocío García. Junto a Máximo viajaba el doctor Luis Buonomo, jefe de la Unidad Médica Presidencial, quien se encontraba allí desde el viernes pasado.
El grupo subió por la manga del avión: Máximo caminaba despacio y con visible dificultad, apoyado en los hombros de dos de sus custodios. De cerca lo seguía Daniel Alvarez, un funcionario municipal y hombre del íntimo círculo presidencial.
Máximo, de 36 años, venía soportando una gripe muy fuerte desde hace diez dias. Los medicamentos para curarla le habrían ocasionado un problema gástrico, por lo que el viernes debió hacerse estudios. Ayer, en una resonancia magnética, se detectó además la artitris.
El médico Juan Carlos Taboada aseguró que había sido acondicionada una habitación de "cirugía general" para Máximo en el Hospital Regional de Río Gallegos, pero que finalmente "no fue ocupada".
El profesional dijo desconocer las causas por las que Kirchner fue trasladado esta madrugada al Hospital Austral de Pilar, aunque señaló que hubo en Río Gallegos "un rumor muy fuerte de que iba a ser operado de urgencia", supuestamente de una rodilla.
Según consignó la agencia de noticias NA en su portal, el traslado a Buenos Aires lo habría decidido la familia presidencial ante la falta de médicos en Río Gallegos, cuyos hospitales se encuentran en paro por demandas salariales.
Desde que empezaron los problemas de salud, Máximo se encontraba de reposo en su casa. El viernes pasado, apenas Cristina Kirchner aterrizó a las 18.15, fue directamente a casa de su hijo. Allí estuvo hasta pasadas las 22.30 junto a él y Florencia.
La revisión médica consistirá en un análisis del líquido sinovial de la rodilla derecha. En Río Gallegos se le realizó una resonancia magnética que detectó una inflamación con líquido en la articulación, y la recomendación médica fue que se hiciera estudios más detallados en el Hospital Austral de Buenos Aires, para obtener un diagnóstico más preciso.
Pese a la hora, esta madrugada había mucho movimiento en el aeropuerto de Río Gallegos. La sorpresiva llegada del Tango 01 alarmó a los pasajeros y taxistas que esperaban la partida de dos vuelos de línea, y por unos momentos tuvieron que aguardar al costado del camino de ingreso, ante el pedido de la policía aeronáutica.
 
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